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Inteligencia es capacidad de adaptación: Este blog nació como un trabajo de facultad, trascendió como un espacio de reflexión en Educación Social y en este momento espero tenga una nueva función: Ser un punto de encuentro e intercambio entre maestros. Su transformación refleja la mía misma...
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viernes, 1 de mayo de 2015

Herramientas de evaluación: El portafolio

 
El portafolio
El portafolio es una modalidad de evaluación, su uso permite ir monitoreando la evolución del proceso de aprendizaje por el profesor y por el mismo estudiante, de tal manera que se puedan ir introduciendo cambios durante dicho proceso.
Es una forma para recopilar la información que demuestra las habilidades y logros de los estudiantes, cómo piensa, cómo cuestiona, analiza, sintetiza, produce o crea, y cómo interactúa (intelectual, emocional y social) con otros, es decir, permite identificar los aprendizajes de conceptos, procedimientos y actitudes de los estudiantes. Puede utilizarse en forma de evaluación, co-evaluación y de autoevaluación.
De acuerdo con la Asociación de Evaluación Northwest un portafolio es "una muestra con ciertas características (con algún propósito) del trabajo del estudiante que muestre su esfuerzo, progreso y logros" (Paulson, Paulson & Meyer, 1991, p.). El estudiante debe participar en la selección de los contenidos, de los criterios de selección, de los contenidos pare juzgar sus méritos y de la evidencia de la auto reflexión.
Arter y Spandel (1991) definen el portafolio como una colección de documentos en base a un propósito; esta colección representa el trabajo del estudiante que le permite a él mismo y a otros ver sus esfuerzos de logros en una o diversas áreas de contenido.

Un portafolio es una selección de los resultados de algunas de las tareas realizadas por cada estudiante para documentar e ilustrar sus progresos y sus logros.
Es, por tanto, un documento personal recogido por el estudiante con la ayuda (y el feedback) del profesor.
Los portafolios pueden incluir: ensayos, redacciones, poesías, informes de lectura, grabaciones en video o audio, etc
Recomendaciones para su elaboración: (Medina y Verdejo, 1999):
         Determinar el propósito.
         Seleccionar el contenido y la estructura.
    •         Decidir cómo se va a manejar y conservar el portafolio.
             Establecer los criterios de evaluación y evaluar el contenido.
    •         Comunicar los resultados a los estudiantes.
El portafolio se puede utilizar en todos los niveles educativos
Los portafolios son un medio para llegar a un fin y no un fin por sí mismos
El portafolio no se debe convertir en un legajo que contiene un grupo de papeles, sino que debe incluir reflexiones de los propios alumnos y de los maestros

Ventajas:
         Promueve la participación del estudiante al monitorear y evaluar su propio aprendizaje.
         Requiere que los estudiantes asuman la responsabilidad de sus aprendizajes.
         Provee la oportunidad de conocer actitudes de los estudiantes.
         Provee información valiosa sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje.
         Los maestros pueden examinar sus destrezas.
         Se pueden adaptar a diversas necesidades, intereses y habilidades de cada estudiante.
         Se puede utilizar en todos los niveles escolares.
         Promueve la auto evaluación y control del aprendizaje.
         Selecciona a alumnos hacia programas especiales.
         Certifica la competencia del alumno, basando la evaluación en trabajos más auténticos.
         Permite una visión más amplia y profunda de lo que el alumno sabe y puede hacer.
         Permite tener una alternativa para reportar calificaciones y exámenes estandarizado.
         Proveen una estructura de larga duración.
         Transfiere la responsabilidad de demostrar la comprensión de conceptos hacia el alumno.
 
Fases en la elaboración
Fase I: Colección de evidencias
La confección de un portafolio supone una primera fase que se caracteriza por recabar diferentes documentos que manifiesten un progreso en el aprendizaje del estudiante. En el caso de un portafolio de evaluación este período de recopilación está presidido por los objetivos y competencias propuestos en una materia o curso y puede materializarse incluyendo:
 a) informaciones de diferentes tipos de contenido (conceptual, procedimental y actitudinal o normativo);
b) tareas realizadas en clase o fuera de ella (mapas conceptuales, recortes de diario, exámenes, informes, entrevistas, etc.)
c) documentos en diferente soporte físico (digital, papel, audio, etc.). Esta primera fase simplemente es preliminar en el sentido de que ha de facilitar las dos siguientes que conforman el núcleo del portafolio.
 
Fase II: Selección de evidencias
Puesto que un portafolio no es un álbum ni un inventario de todo el trabajo hecho durante un período de tiempo, en esta fase se han de elegir los mejores trabajos realizados o las partes de aquellas actividades que muestren un buen desarrollo en el proceso de aprendizaje. Se trata de demostrar aquello que se sabe hacer y de la mejor manera. Esta fase ayuda a organizar y visualizar lo que se está aprendiendo y tiene un efecto regulativo sobre el propio aprendizaje y en ella es esencial preguntarse sobre el contenido de las evidencias, si va dirigido sólo al profesor (o también a los demás estudiantes o se presentará a un concurso laboral), sobre los materiales y el tipo de valoración que se hará de él.
Fase III: Reflexión sobre las evidencias
Esta fase es discriminatoria en el sentido de que si no se incluyen en el portafolio procesos reflexivos el instrumento no se puede considerar completo. Puesto que cuando se piensa sobre lo que se ha aprendido y se reconocen los logros y las faltas se está en disposición de avanzar en el proceso de aprendizaje, en este momento es necesario hacerse un conjunto de preguntas. Algunas de ellas se pueden dirigir precisamente hacia la valoración de los puntos flojos y fuertes del proceso de aprender así como también a las estrategias de mejora que se pueden desplegar para progresar en el conocimiento. Otras se pueden dirigir a confeccionar un perfil personal que incluya expectativas y propósitos de aprendizaje que, por supuesto, tenga en cuenta los contenidos de la asignatura pero que la personalicen hasta tal punto que se atribuya una visión particular y reflexiva de la materia.
Fase IV: Publicación del portafolio
 
Superadas las fases anteriores, es el momento de organizar adecuadamente las evidencias para entregarlas al profesor y, si es el caso, divulgarlas para su conocimiento. La fase de publicación requiere la manifestación estructurada y comprensible de las evidencias en forma de un gran texto que ofrezca conexiones internas y personales de los contenidos de aprendizaje. No existen dos portafolios iguales puesto que ni el avance del aprendizaje en un estudiante ni las relaciones que establece en la manera de presentar dicho avance son iguales a las de otro estudiante. El portafolio se caracteriza por incluir procesos de pensamiento creativo y pensamiento divergente, atributos que también lo diferencian de otros instrumentos de evaluación más homogéneos y convergentes.
La elaboración de un portafolio es un proceso complejo puesto que no sigue una progresión lineal sino que se ha de abordar una fase teniendo en cuenta las demás e, incluso, se han de prever, con anterioridad, algunos posibles resultados de sus etapas de construcción.
 

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