El portafolio
El
portafolio es una modalidad de evaluación, su uso permite ir monitoreando la
evolución del proceso de aprendizaje por el profesor y por el mismo
estudiante, de tal manera que se puedan ir introduciendo cambios durante dicho
proceso.
Es
una forma para recopilar la información que demuestra las habilidades y
logros de los estudiantes, cómo piensa, cómo cuestiona, analiza, sintetiza,
produce o crea, y cómo interactúa (intelectual, emocional y social) con otros,
es decir, permite identificar los aprendizajes de conceptos, procedimientos y
actitudes de los estudiantes. Puede utilizarse en forma de evaluación,
co-evaluación y de autoevaluación.
De
acuerdo con la Asociación de Evaluación Northwest un portafolio es "una
muestra con ciertas características (con algún propósito) del trabajo del
estudiante que muestre su esfuerzo, progreso y logros" (Paulson, Paulson
& Meyer, 1991, p.). El estudiante debe participar en la selección de los
contenidos, de los criterios de selección, de los contenidos pare juzgar
sus méritos y de la evidencia de la auto reflexión.
Arter
y Spandel (1991) definen el portafolio como una colección de documentos en
base a un propósito; esta colección representa el trabajo del estudiante
que le permite a él mismo y a otros ver sus esfuerzos de logros en una o
diversas áreas de contenido.
Un
portafolio es una selección de los resultados de algunas de las tareas
realizadas por cada estudiante para documentar e ilustrar sus progresos y sus
logros.
Es,
por tanto, un documento personal recogido por el estudiante con la ayuda (y el feedback)
del profesor.
Los
portafolios pueden incluir: ensayos, redacciones, poesías, informes de lectura,
grabaciones en video o audio, etc
Recomendaciones
para su elaboración: (Medina y Verdejo, 1999):
•
Determinar
el propósito.
•
Seleccionar
el contenido y la estructura.
•
Decidir
cómo se va a manejar y conservar el portafolio.
•
Establecer
los criterios de evaluación y evaluar el contenido.
•
Comunicar
los resultados a los estudiantes.
El
portafolio se puede utilizar en todos los niveles educativos
Los
portafolios son un medio para llegar a un fin y no un fin por sí
mismos
El
portafolio no se debe convertir en un legajo que contiene un grupo de papeles,
sino que debe incluir reflexiones de los propios alumnos y de los maestros
Ventajas:
•
Promueve
la participación del estudiante al monitorear y evaluar su propio
aprendizaje.
•
Requiere
que los estudiantes asuman la responsabilidad de sus aprendizajes.
•
Provee la
oportunidad de conocer actitudes de los estudiantes.
•
Provee información
valiosa sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje.
•
Los
maestros pueden examinar sus destrezas.
•
Se pueden
adaptar a diversas necesidades, intereses y habilidades de cada
estudiante.
•
Se puede utilizar
en todos los niveles escolares.
•
Promueve
la auto evaluación y control del aprendizaje.
•
Selecciona
a alumnos hacia programas especiales.
•
Certifica
la competencia del alumno,
basando la evaluación en trabajos más auténticos.
•
Permite
una visión más amplia y profunda de lo que el alumno sabe y puede hacer.
•
Permite
tener una alternativa para reportar calificaciones y exámenes
estandarizado.
•
Proveen
una estructura de larga duración.
•
Transfiere
la responsabilidad de demostrar la comprensión de conceptos hacia el alumno.
Fases en la elaboración
Fase
I: Colección de evidencias
La
confección de un portafolio supone una primera fase que se caracteriza por recabar
diferentes documentos que manifiesten un progreso en el aprendizaje del
estudiante. En el caso de un portafolio de evaluación este período de
recopilación está presidido por los objetivos y competencias propuestos
en una materia o curso y puede materializarse incluyendo:
b)
tareas realizadas en clase o fuera de ella (mapas conceptuales, recortes de
diario, exámenes, informes, entrevistas, etc.)
c)
documentos en diferente soporte físico (digital, papel, audio, etc.). Esta
primera fase simplemente es preliminar en el sentido de que ha de facilitar las
dos siguientes que conforman el núcleo del portafolio.
Fase
II: Selección de evidencias
Puesto
que un portafolio no es un álbum ni un inventario de todo el trabajo
hecho durante un período de tiempo, en esta fase se han de elegir los
mejores trabajos realizados o las partes de aquellas actividades que
muestren un buen desarrollo en el proceso de aprendizaje. Se trata de demostrar
aquello que se sabe hacer y de la mejor manera. Esta fase ayuda a organizar
y visualizar lo que se está aprendiendo y tiene un efecto regulativo sobre el
propio aprendizaje y en ella es esencial preguntarse sobre el contenido de las
evidencias, si va dirigido sólo al profesor (o también a los demás estudiantes
o se presentará a un concurso laboral), sobre los materiales y el tipo de
valoración que se hará de él.
Fase
III: Reflexión sobre las evidencias
Esta
fase es discriminatoria en el sentido de que si no se incluyen en el
portafolio procesos reflexivos el instrumento no se puede considerar
completo. Puesto que cuando se piensa sobre lo que se ha aprendido y se
reconocen los logros y las faltas se está en disposición de avanzar en el
proceso de aprendizaje, en este momento es necesario hacerse un conjunto de
preguntas. Algunas de ellas se pueden dirigir precisamente hacia la valoración
de los puntos flojos y fuertes del proceso de aprender así como también a las
estrategias de mejora que se pueden desplegar para progresar en el
conocimiento. Otras se pueden dirigir a confeccionar un perfil personal que
incluya expectativas y propósitos de aprendizaje que, por supuesto, tenga en
cuenta los contenidos de la asignatura pero que la personalicen hasta tal punto
que se atribuya una visión particular y reflexiva de la materia.
Fase
IV: Publicación del portafolio
Superadas
las fases anteriores, es el momento de organizar adecuadamente las
evidencias para entregarlas al profesor y, si es el caso, divulgarlas
para su conocimiento. La fase de publicación requiere la manifestación
estructurada y comprensible de las evidencias en forma de un gran texto que
ofrezca conexiones internas y personales de los contenidos de aprendizaje. No
existen dos portafolios iguales puesto que ni el avance del aprendizaje en un
estudiante ni las relaciones que establece en la manera de presentar dicho
avance son iguales a las de otro estudiante. El portafolio se caracteriza por
incluir procesos de pensamiento creativo y pensamiento divergente, atributos
que también lo diferencian de otros instrumentos de evaluación más homogéneos y
convergentes.
La
elaboración de un portafolio es un proceso complejo puesto que no sigue una
progresión lineal sino que se ha de abordar una fase teniendo en cuenta las
demás e, incluso, se han de prever, con anterioridad, algunos posibles
resultados de sus etapas de construcción.
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