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Inteligencia es capacidad de adaptación: Este blog nació como un trabajo de facultad, trascendió como un espacio de reflexión en Educación Social y en este momento espero tenga una nueva función: Ser un punto de encuentro e intercambio entre maestros. Su transformación refleja la mía misma...
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viernes, 6 de abril de 2012

¿SI o NO?


¿SI o NO?

Alguna vez en la vida, ¿quién no ha dicho si o no sin quererlo realmente? ¿nos hemos preguntado por qué? Y si lo hemos hecho, ¿hemos sido honestos con nosotros mismos en esa respuesta? ¿hipocresía, debilidad, falta de asertividad, de seguridad, de autoestima, respuesta adaptativa? Todas son respuestas probables.

Cómo funciona este mecanismo interno, casi reflejo en ocasiones, por el que algunas personas sistemáticamente no saben negarse, o lo hacen de forma predeterminada, ante una demanda? Es complejo.

Algunas razones por las que nos resulta difícil decir NO:

Por miedo al rechazo: Queremos, necesitamos la aprobación y reconocimiento de los demás. Puede implicar falta de seguridad, dependencia o simplemente necesidad de participar en un proyecto común al grupo. De esta forma no se conseguirá la integración real, el grupo manipulará y considerará como debilidad la falta de resolución

Por no herir a los demás: Relacionado con le sentimiento de culpa. Cedemos en algo que no deseamos, con lo que no estamos de acuerdo por no hacer daño. Pero hemos sido deshonestos, y esto también es una forma de engaño, de infringir dolor.

Por falta de autoestima: Aceptamos las propuestas, deseos o razones de los demás dando por sentado que son más importantes, lógicas o necesarias que las nuestras. Esta decisión seguirá alimentando el autoconcepto pobre.

Por evitar el conflicto, la discusión, el problema: Podemos ceder por no enfrentarnos a la autoridad, por no querer sufrir la violencia, una pérdida. Comprobaremos que ceder de forma sistemática por estas razones no es reforzante ni satisfactorio.

Podemos concluir en que no sólo es no saber decir “no”, sino que después hay que afrontar las consecuencias como sentirnos mal, sufrir un engaño, hacer cosas que no deseamos, sentirnos débiles.

En educación decir “no” es fundamental para poner el límite, crear el hábito o educar en cualquier aprendizaje. Decir “no” es complejo porque es más difícil que ceder, más cómodo, menos conflictivo a corto plazo; pero es altamente irresponsable por el flaco favor que se le hace a la persona que se está educando y porque después todos esos “no” no dichos se vuelven contra el educador.

Antes de decir “no” hazte algunas reflexiones:

- Toma el tiempo necesario y determina si es lo que realmente deseas, es pertinente o conviene en esa situación; y cuando lo hagas persevera en la decisión.

- Se educado, honesto y no hiriente. Manifiesta empatía.

- Plantéate si es posible un término medio, algún tipo de negociación o alternativa

- Nunca actúes por egoísmo, comodidad, autoengaño, hipocresía o mala fe.

Mira que bien lo hace este bebé:

PERO:
Este será el tema del nuevo post...

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