EL VALOR DE LA ACTITUD
¿Por
qué el ser humano tiende a la permanente insatisfacción?
¿Por
qué tendemos a poner la atención en aquello que creemos que nos falta?¿Por qué anhelamos aquello de lo que carecemos sin ser capaces de disfrutar lo que poseemos?
¿Por qué no somos capaces de dar sin esperar algo a cambio?
¿Por qué nos cuesta tanto dar, compartir, incluso a veces recibir?
¿Por qué una vez conseguido algo deseado el instante de felicidad es efímero y casi inmediatamente da paso a otro deseo insatisfecho?
Con
frecuencia miramos al pasado y reconocemos momentos vividos que creemos fueron
felices pero paradójicamente no los vivimos así cuando transcurrieron, o
apuntamos hacia el futuro pensando que algo venidero nos aportará el ansiado
momento, caminando en busca de un anhelo sin ser capaces de disfrutar del
trayecto.
Es
complejo y permanentemente insatisfecho el ser humano, la capacidad del
raciocinio y de las emociones con frecuencia nos hace infelices. Pero ¿qué es
la felicidad?
Felicidad
no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. Jean Paul Sartre
La
felicidad puede ser un estado, o un instante pero sobre todo es una actitud ante la vida.
La
psicóloga Sonja Lyubomirsky, en su libro “La ciencia de la Felicidad”, ha
descrito cuáles son las claves que marcan la diferencia entre las personas que
reconocen sentirse más felices que las demás.
Aquí están
sus claves. Si somos capaces de convertirlas en hábitos e integrarlas en
nuestra vida diaria, pueden hacer de cada uno de nosotros personas más felices
aún de lo que ahora somos.
1.
Expresa gratitud. Simplemente agradece lo
que tienes. No significa que no puedas ambicionar más, que no debas aspirar a
más. Se trata de que también vivas agradecido por todas las maravillas que ya
hay en tu vida.
2.
Desarrolla tu optimismo. Aprende a ver el
lado bueno de las cosas. Aprende a dar tiempo al tiempo para valorar los
“reveses” de la vida. Aprende a vivir con la esperanza de que te pasarán cosas
maravillosas.
3.
Evita compararte con los demás. Eres una
persona única en el mundo. Busca tus propios valores en lugar de intentar vivir
con los valores de otras personas. Compárate contigo mismo y valora tus
progresos, pero no te midas por lo que otros han logrado.
4.
Sé generoso. La generosidades una cualidad
con muy mala prensa. Escucha a tu corazón y haz el bien siempre que puedas. Hazlo porque
quieras hacerlo y no porque esperes de los demás nada a cambio. Y si finalmente nada recibes, disfruta con lo dado
5.
Relaciónate con los demás. La existencia
es mucho más significativa cuando podemos compartir penas y alegrías con otros.
Cultiva tus amistades, sal de tu cascarón y disfruta de la compañía de otras
personas.
6.
Desarrolla estrategias para enfrentarte a las dificultades. De nada sirve quedarte en un rincón llorando cuando las
cosas no salen como esperabas. En los malos momentos lo mejor es actuar.
7.
Aprende a perdonar. Pocas cosas hay que
dañen tanto nuestro corazón como el odio y el resentimiento hacia aquéllos que
nos hirieron.
8.
Busca experiencias que te hagan entrar en estado de flujo. El estado de flujo es más probable que aparezca ante
tareas que sean difíciles pero que controles, que tengan un plazo de tiempo
para finalizarlas, con objetivos claros y medibles, y que hagas por la tarea en
sí y no porque esperes una recompensa a cambio de realizarla.
9.
Párate a disfrutar de las pequeñas alegrías que la vida te ofrece. Vivimos a una velocidad de vértigo que nos impide
disfrutar de muchos pequeños placeres que están a nuestro alcance
Si, ya se que no es fácil... pero ¿que puedes perder con el intento? ¿tienes algo mejor que hacer hoy? y sobre todo... ¿serás feliz de otro modo?
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