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Inteligencia es capacidad de adaptación: Este blog nació como un trabajo de facultad, trascendió como un espacio de reflexión en Educación Social y en este momento espero tenga una nueva función: Ser un punto de encuentro e intercambio entre maestros. Su transformación refleja la mía misma...
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jueves, 19 de enero de 2012


EL ESTRÉS DEL ESTUDIANTE


Seguro que todos nosotros, compañeros, en estas vísperas de exámenes estamos sometidos a un sentimiento angustioso, de presión, cansancio acumulado, quizá algo de inseguridad, mezclado con la expectativa y la ilusión del buen resultado: Es el estrés estudiantil. ¿A que lo reconoces?
En realidad ni siquiera se cómo he conseguido sacar el tiempo necesario para este post!!! En plena vorágine de vísperas de exámenes. A veces he pensado que no solo es estrés, sino escuatro, escinco…
Por supuesto este estado no sólo lo generan los estudios, sino otras muchas circunstancias de nuestra vida personal y profesional. Por eso me parece útil analizar causas y dar algunas directrices para minimizar el impacto de este estado que podemos incluso somatizar con importantes consecuencias en nuestra salud física, mental y emocional.

FACTORES QUE PROMUEVEN EL ESTRES

1) ACUMULAR EL CANSANCIO. Por la sobrecarga horaria, y/o una vida muy exigida, que no respeta los ritmos noche-día, actividad-reposo.
2) DESCONTROLARSE EN LAS EMOCIONES.
3) SER PESIMISTA. Si no crees que tienes la capacidad de cambiar tu vida para mejorar, estarás más predispuesto a ejercer el papel de víctima. Si en cambio eres una persona optimista que piensa que puede hacer cambios en su vida, no sólo aceptarás las circunstancias difíciles, sino que podrás identificar los problemas e idear planes para resolver los que le crean stress en tu vida.
4) REALIZAR ACTIVIDADES A DISGUSTO.
5) SUFRIR UNA PÉRDIDA O AMENAZA IMPORTANTE.

Y ahora la receta:

· Evita la acumulación de stress: Cuando entras en él, trata de percatarte de inmediato y salir, recuperando la iniciativa, la energía, y tomando acciones concretas para aliviarlo, evitando su acumulación.
· Realiza con regularidad ejercicios físicos: El ejercicio físico reduce el stress, alivia la tensión. Reduce la ansiedad, la depresión y la hostilidad que surgen con los niveles altos de stress.
Al sufrir stress, el organismo produce una hormona potencialmente tóxica, la noradrenalina. El ejercicio ayuda a quemarla. También con el ejercicio se generan endorfinas, que inhiben el dolor, elevan el estado emocional y facilitan la relajación psicofísica.
· Sé optimista: Estudios psicológicos confirman que las personas optimistas sufren menos señales físicas que las pesimistas. La predisposición hacia el optimismo o el pesimismo determinará la cantidad de reacción de stress innecesaria que experimentarás a lo largo de tu vida. Si constantemente te encuentras en un estado de alerta por la anticipación de desastres que nunca llegan, tu cuerpo pasa por reacciones de stress de igual manera que si en realidad ocurrieran esos desastres.
Por lo tanto: NO TE APRESURES CON LOS JUICIOS Y LAS INTERPRETACIONES. Pregúntate si estás reaccionando a un hecho real o bien a un temor por algo que pudiera suceder. Posterga toda reacción hasta tener la certeza sobre lo que ocurre.
Para ser más optimista, AYÚDATE APRENDIENDO DE OTROS. Escucha grabaciones sobre motivación y lee materiales acerca del mismo tema. Se puede aprender a ser optimista. Se puede aprender a desarrollar una actitud más positiva hacia la vida. Si no eres típicamente optimista, estudia lo que enseña la gente que practica el ver la vida desde una perspectiva positiva.
· Practica la relajación: El stress pone en acción una serie de respuestas bioquímicas. La relajación física pone en movimiento una serie de respuestas bioquímicas prácticamente opuestas a las que causan el stress.
· Duerme bien: Al dormir, el cerebro almacena substancias bioquímicas que ayudan a tratar con el stress. Todos conocemos los efectos de la falta de sueño combinados con una situación estresante.
EVITA ACTIVIDADES FISICAS O INTELECTUALES FUERTES ANTES DE IR A DORMIR.
· Evita la presión del reloj: Tómate mas tiempo que el necesario. Asigna más tiempo del pensado para estudiar.Programa, en tus horarios cotidianos, un período de inactividad en el que no se haga nada productivo.
Por otro lado, y respecto al tiempo, recuerda que TENER HORARIOS Y RUTINAS CREAN UNA SENSACION DE ORDEN PROPICIA PARA EVITAR EL STRESS.
· No tomes compromisos porque sí.
· No subestimes la importancia de comunicar tus sentimientos con palabras.
· Comparte tus problemas. Un problema que se comparte es un problema que se soluciona.
· Busca situaciones para reír.
· Reduce la sobrecarga de actividad en tu casa.
· Ayúdate con un complejo vitamínico.
· Coloca los problemas en su justa perspectiva.
· Busca el lado positivo a una materia que te desagrada.
· Camina.

mezcla los ingredientes, pon un poco de voluntad y autocontrol, altas dosis de autoestima y ¡a por los objetivos! 

Mucha suerte para todos