EL ESTRÉS DEL ESTUDIANTE
Seguro que todos nosotros,
compañeros, en estas vísperas de exámenes estamos sometidos a un sentimiento angustioso,
de presión, cansancio acumulado, quizá algo de inseguridad, mezclado con la
expectativa y la ilusión del buen resultado: Es el estrés estudiantil. ¿A que
lo reconoces?
En realidad ni siquiera se cómo
he conseguido sacar el tiempo necesario para este post!!! En plena vorágine de
vísperas de exámenes. A veces he pensado que no solo es estrés, sino escuatro,
escinco…
Por supuesto este estado no sólo
lo generan los estudios, sino otras muchas circunstancias de nuestra vida
personal y profesional. Por eso me parece útil analizar causas y dar algunas directrices
para minimizar el impacto de este estado que podemos incluso somatizar con importantes
consecuencias en nuestra salud física, mental y emocional.
FACTORES QUE PROMUEVEN EL ESTRES
1) ACUMULAR EL CANSANCIO. Por la sobrecarga
horaria, y/o una vida muy exigida, que no respeta los ritmos noche-día,
actividad-reposo.
2) DESCONTROLARSE EN LAS
EMOCIONES.
3) SER PESIMISTA. Si no crees que
tienes la capacidad de cambiar tu vida para mejorar, estarás más predispuesto a
ejercer el papel de víctima. Si en cambio eres una persona optimista que piensa
que puede hacer cambios en su vida, no sólo aceptarás las circunstancias
difíciles, sino que podrás identificar los problemas e idear planes para
resolver los que le crean stress en tu vida.
4) REALIZAR ACTIVIDADES A
DISGUSTO.
5) SUFRIR UNA PÉRDIDA O AMENAZA IMPORTANTE.
Y ahora la receta:
· Evita la acumulación de stress:
Cuando entras en él, trata de percatarte de inmediato y salir,
recuperando la iniciativa, la energía, y tomando acciones concretas para
aliviarlo, evitando su acumulación.
· Realiza con regularidad ejercicios físicos: El
ejercicio físico reduce el stress, alivia la tensión. Reduce la ansiedad, la
depresión y la hostilidad que surgen con los niveles altos de stress.
Al sufrir stress, el organismo
produce una hormona potencialmente tóxica, la noradrenalina. El ejercicio ayuda
a quemarla. También con el ejercicio se generan endorfinas, que inhiben el
dolor, elevan el estado emocional y facilitan la relajación psicofísica.
· Sé optimista: Estudios
psicológicos confirman que las personas optimistas sufren menos señales físicas
que las pesimistas. La predisposición hacia el optimismo o el pesimismo
determinará la cantidad de reacción de stress innecesaria que experimentarás a
lo largo de tu vida. Si constantemente te encuentras en un estado de alerta por
la anticipación de desastres que nunca llegan, tu cuerpo pasa por reacciones de
stress de igual manera que si en realidad ocurrieran esos desastres.
Por lo tanto: NO TE APRESURES CON
LOS JUICIOS Y LAS INTERPRETACIONES. Pregúntate si estás reaccionando a un hecho
real o bien a un temor por algo que pudiera suceder. Posterga toda reacción
hasta tener la certeza sobre lo que ocurre.
Para ser más optimista, AYÚDATE
APRENDIENDO DE OTROS. Escucha grabaciones sobre motivación y lee materiales
acerca del mismo tema. Se puede aprender a ser optimista. Se puede aprender a
desarrollar una actitud más positiva hacia la vida. Si no eres típicamente
optimista, estudia lo que enseña la gente que practica el ver la vida desde una
perspectiva positiva.
· Practica la relajación : El stress pone en
acción una serie de respuestas bioquímicas. La relajación física pone en
movimiento una serie de respuestas bioquímicas prácticamente opuestas a las que
causan el stress.
· Duerme bien: Al dormir, el cerebro
almacena substancias bioquímicas que ayudan a tratar con el stress. Todos
conocemos los efectos de la falta de sueño combinados con una situación
estresante.
EVITA ACTIVIDADES FISICAS O
INTELECTUALES FUERTES ANTES DE IR A DORMIR.
· Evita la presión del reloj: Tómate
mas tiempo que el necesario. Asigna más tiempo del pensado para estudiar.Programa,
en tus horarios cotidianos, un período de inactividad en el que no se haga nada
productivo.
Por otro lado, y respecto al
tiempo, recuerda que TENER HORARIOS Y RUTINAS CREAN UNA SENSACION DE ORDEN
PROPICIA PARA EVITAR EL STRESS.
· No tomes compromisos porque sí.
· No subestimes la importancia de
comunicar tus sentimientos con palabras.
· Comparte tus problemas. Un problema que se
comparte es un problema que se soluciona.
· Busca situaciones para reír.
· Reduce la sobrecarga de actividad
en tu casa.
· Ayúdate con un complejo vitamínico.
· Coloca los problemas en su justa perspectiva.
· Busca el lado positivo a una materia que te desagrada.
· Camina.
mezcla los ingredientes, pon un poco de voluntad y autocontrol, altas dosis de autoestima y ¡a por los objetivos!
Mucha suerte para todos